Justo cuando más lo necesitaba, River encontró al mediocre Huracán en su camino rumbo al Superclásico con Boca y consiguió una nítida victoria por 2-0 en el Monumental. De la mano de un juego ordenado y gracias a las múltiples falencias de su rival, los dirigidos por Leonardo Astrada consumaron su tercera victoria en el Clausura (la segunda consecutiva como local) y lograron anestesiar por una semana todos los problemas de su complicada realidad, incluido el enojo de Ortega con el cuerpo
Muchos hinchas del Millonario estaban por terminar de subir las escaleras para sentarse cuando llegó la inesperada apertura del marcador. Al minuto de juego, el paraguayo Rodrigo Rojas envió un centro atrás por la franja derecha que conectó Gustavo Canales de taco. El
En el marco de un duelo entre dos discretos
Con todas sus limitaciones a cuestas, el Globo intentó arrimarse al arco de Daniel Vega pero apenas pudo lastimar en un par de jugadas de pelota detenida. A los 27, el árbitro Javier Collado anuló correctamente un gol de Gastón Esmerado, a instancias del línea, luego de un peligroso tiro de esquina. Poco después, otra vez Esmerado fue protagonista cuando se escapó de la marca en un tiro
Para subsanar la alarmante anemia ofensiva de su equipo, Héctor Rivoira no vio
La tranquilidad de tener su valla solidificada le dio una inyección de confianza al Millonario a la hora de atacar. Pasados los 20 minutos, el fondo del Globo empezó a dar insólitas concesiones. Primero, Funes Mori picó en soledad y buscó por el segundo palo a Canales, que dominó la pelota y sacó un disparo que terminó en la red
Los fantasmas de siempre ensombrecieron el Monumental en los últimos minutos, aun cuando Huracán atacaba sin ideas. Clara y Balvorín derrocharon dos inmejorables chances para descontar y Astrada pudo respirar en paz. El pitazo final de Collado trajo como consecuencia un lógico desahogo en el anfitrión, que exhibió una muy leve mejoría en medio de un presente convulsionado que pudo olvidar por un par de horas. El desafío será continuar con la lenta evolución en el duelo del domingo ante el Xeneize.